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TRADICIONES: EL ALEBRIJE MONUMENTAL DE PILARES EL VIVERO

Publicado el 19 Octubre 2024

Texto: Karen Cortes
Fotografías: Julia Ulloa

Los alebrijes son una tradición mexicana que llena de color los meses de octubre y noviembre en las festividades en México para acompañar, recordar y celebrar a personas que ya no están entre los vivos. Estas figuras mezclan un sin fin de cuerpos de animales, que toman las calles del centro histórico desde 2007 con color, cartón y grandes obras artísticas.

Desde uno de los puntos más al norte de la Ciudad de México en la alcaldía Gustavo A. Madero, la comunidad del PILARES El Vivero construye un alebrije monumental con dos cabezas, una de quetzal con plumas verdes que pegan las y los usuarios con engrudo en la planta baja del PILARES, un cuerpo de iguana, con escamas de dinosaurios y diversas texturas.

Esta iniciativa del alebrije monumental de PILARES El Vivero nació de la propuesta de tres talleristas, quienes “aterrizaron la idea”. Jessica quien enseña cartonería; Edna del taller de bordado y Edgar de artes plásticas. Después de platicar la idea con la comunidad fueron apoyados e impulsados por personas usuarias tanto menores de edad, jóvenes, adultos mayores y compañeros talleristas.

Jessica, con una gran sonrisa en el rostro mencionó que está muy orgullosa y feliz de la integración de la comunidad, “porque es algo que nadie se esperaba ni de ellos, ni yo lo esperaba de mí”. Es la primera vez que tanta gente se integró con el proyecto y sin necesidad de estar detrás de ellos, al contrario la buscaban para que les explicara que seguía en este proceso artístico.

La tallerista de cartonería piensa que esto sucedió porque se extendió la invitación a participar a los compañeros talleristas del PILARES junto a sus usuarios, además de la confianza y comunicación que tienen entre ellos. Uno de los primeros usuarios en adherirse a este proceso monumental fue Sergio con 30 años, quien se encargó de hacer con alambrón y varilla la estructura interna del alebrije, para posteriormente ser empapelada y rellenada con botellas de plástico.

Esta conexión y colaboración entre talleres ha expandido la creatividad de los materiales a usar. El grupo de vitromosaico dirigido por la tallerista Rubí, quién junto a las personas que asisten a su actividad aceptaron la invitación de participar en la criatura de cartón, están pegando a la cabeza del jaguar del alebrije pedazos de espejos.

Los trozos de espejo son formas cuidadosamente detalladas que simulan las manchas del felino, que personas como Fernando (asistente diario del PILARES) o Rosalinda con 52 años (acude a muchos talleres allí mismo), junto a sus hijos pegan cuidadosamente estas manchas reflejantes por toda la cabeza previamente elaborada con cartón. Usar espejos explica Rubí que es es con el fin de mostrar algo diferente en el desfile de alebrijes de este sábado 19 de octubre en el nuevo Zócalo Peatonal de la CDMX.

La comunidad con la elaboración de esta criatura colorida, rompe con la cotidianidad del PILARES El Vivero, pues el alebrije abarca gran espacio de la planta baja, lo que hace que todas y todos estén alrededor de esta obra de cartón y alambre; entre la ciberescuela, el huerto urbano, la cocina de gastronomía y el salón de duela.

El alebrije ahora parece simular el corazón y la unión que mueve este PILARES en la Gustavo A. Madero, pues aquí están las emociones y sentires de cada una de las personas que han llevado material, pegado periódico, han pintado, dado volumen y textura a esta mega figura.

Rosalinda, ama de casa con 52 años, cuenta que está “muy orgullosa de este proyecto, de mi comunidad y de PILARES”, porque permitirá que otras personas que no conocen PILARES puedan ver qué se hace en estas casi 300 sedes que están en la CDMX en un evento tan grande como lo el desfile organizado por el Museo de Arte Popular (MAP).

Los alebrijes son criaturas míticas con partes del cuerpo de distintos animales, se dice que son producto de los sueños de Pedro Linares Lopez, un artista de la Merced en la CDMX, que soñó con ellos cuando se encontraba enfermo en 1936. Hoy en día, se cree que el primer alebrije fue hecho en su estudio y que no medía más de 40 centímetros.

La comunidad del PILARES El Vivero realizó esta criatura mística en tres semanas, fue muy rápido porque más de 80 personas usuarias intervinieron en él, explica la tallerista Edna de bordado. Además, esta construcción artística fue hecha con material donado por la comunidad, desde el engrudo, cartón, pintura, alambre, botellas de plástico y más, con la consigna de que todo o en su mayoría fuera reciclado para contribuir al medio ambiente.

En los PILARES de la CDMX, la elaboración de alebrijes en comunidad es una expresión de creatividad y colaboración en comunidad. Este ejemplo de la creación del alebrije del PILARES El Vivero refleja el sentido comunitario la construcción del tejido social que busca el Subsistema de Educación Comunitaria PILARES en la ciudad.

Los PILARES no solo son espacios de aprendizaje, también de conexión humana, donde el arte popular florece y se transmite de generación en generación. La creación de alebrijes en estos centros fortalece el sentido de pertenencia y orgullo cultural, mientras impulsa la imaginación colectiva. Cada alebrije construido en PILARES es un reflejo del corazón de la comunidad y del poder transformador del arte cuando se crea con pasión y comunidad.